Cuando la navidad se llamaba unión, amor, cercanía.
Hoy, para quitarnos el mono de consumir y regalar por estar a la altura,
regalamos paquetes llenos de palabras cariñosas. (Ya se sabe, la crisis).
No sé que es más triste. Si el remedio o la enfermedad.
La decadencia de nuestra civilización está omnipresente. No la vemos.
No la vemos. Ni con las mejores gafas. Esas que puedes pagar a plazos en un año.
Qué cara se paga la pérdida de la infancia.
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