sábado, 6 de febrero de 2010

UN DÍA REDONDO

Todo se debió a una llamada telefónica, y una pequeña canción. La suerte quedó echada.

La llamada me fue devuelta y el día comenzó a rodar. (Curiosamente hacia arriba).

Se me preguntó si estaba dispuesta a recibir a tes brujas. Asentí. Se presentaron cuatro.

En veinte minutos había puesto la mesa y preparado comida para cinco. Lógicamente yo contaba una más. Bruja también. Total, ya puestas.

Eran mis hermanas y mi amiga del alma que se presentó sólo para acompañarme un ratito. Se tenía que marchar a trabajar, pero las ganas
de vernos siempre son perentorias. (Para ambas).

Comenzamos con una cerveza al sol de la atalaya, luego al comedor.

La armonía se extendía por la habitación. Ya habíamos terminado con el café cuando hice la propuesta de ver una película que me había gustado a rabiar"Cerezos en Flor". Así que cerramos los postigos y nos entregamos a la magia del cine.

Después comentamos lo visto y preparé algo para cenar.

Y así pasaron las horas.

A eso le llamo " un día redondo. Vamos madurando.