domingo, 15 de mayo de 2011

Divagar

Sencíllamente; allá voy.
Sin paracáidas, sin seguridad alguna, a ese aire mio que tan lene se me torna a la hora de alzar el vuelo. Así, sólo así. Es mi tornado, mi embudo, mi noria. Es mi libre albedrío. Nadie dice que debo hacer. Hago lo que considero justo. Me limito a una pauta de: haz lo que debas hacer. Tu, yo, ella. Y si partimos de que lo que hay que hacer no daña a nadie. ¡Avanti!
Nada poseo, nada quiero. No caeré en el error de que poseer es importante. Ya estuve allí, soy persona. Ahora, es un decir, ya creo haber comprendido que poseer es algo básico.
Como poseer, debe poseerse un techo y el medio para alimentarse y vestirse.
No lo digo yo. ¡Quiá! Eso data del año que reinó Carolo. O sea, de mucho, mucho ha. Pero me impresionó tanto, que lo convertí en una certeza. Así quería vivir yo.
Y mira por donde, se fue enredando la vida, que es justo lo que tengo. Un techo,alimento y vestido.
Viví, eso sí, reíteradamente, eso de las épocas de vacas flacas y vacas gordas. Así, sin más. Nada hubo permanente. Ni los amores. ¡Y mira que me empeciné en mantener algunos!. Pero, la vida, te enseña. la vida entretiene, y sobretodo te dice: todo cambia, nada te pertenece.

No hay comentarios:

Publicar un comentario