Todo se debió a una llamada telefónica, y una pequeña canción. La suerte quedó echada.
La llamada me fue devuelta y el día comenzó a rodar. (Curiosamente hacia arriba).
Se me preguntó si estaba dispuesta a recibir a tes brujas. Asentí. Se presentaron cuatro.
En veinte minutos había puesto la mesa y preparado comida para cinco. Lógicamente yo contaba una más. Bruja también. Total, ya puestas.
Eran mis hermanas y mi amiga del alma que se presentó sólo para acompañarme un ratito. Se tenía que marchar a trabajar, pero las ganas
de vernos siempre son perentorias. (Para ambas).
Comenzamos con una cerveza al sol de la atalaya, luego al comedor.
La armonía se extendía por la habitación. Ya habíamos terminado con el café cuando hice la propuesta de ver una película que me había gustado a rabiar"Cerezos en Flor". Así que cerramos los postigos y nos entregamos a la magia del cine.
Después comentamos lo visto y preparé algo para cenar.
Y así pasaron las horas.
A eso le llamo " un día redondo. Vamos madurando.
sábado, 6 de febrero de 2010
jueves, 31 de diciembre de 2009
LOS EXTREMOS
Hasta el clima nos habla de excesos y extremos.
Los gaditanos, castigados por el paro desde siempre, ahora están siendo castigados por el agua que cae sin parar.
Pienso que llueve sobre mojado, y que siempre son los más débiles los azotados por una desgracia u otra.
Ahora, repito, es el agua que sin piedad se ceba con este pueblo alegre y divertido que, es capaz de ponerle a casi todo, una sonrisa.
Supongo que en la vida el azar sólo se limita a un porcentaje. Y que lo que nos dicen que el hombre mueve los hilos a su antojo no es cierto.
Claro que podemos empujar nuestro destino en cierto modo, pero desde luego ser sus dueños es utópico.
Vemos como los poderosos escapan de la justicia y los sin nombre apechugan con los despojos.
La podredumbre de los políticos, los administradores de las grandes empresas, ya hasta en el arte andan enredados los malhechores. O es que aún se merecen otro nombre.
Hemos visto gente defender con calor a granujas y ladrones de las arcas públicas.
¿Donde ha quedado la razón?
Es triste que paguemos justos por pecadores para que encima la imbecilidad de algunos eche sobre nuestros hombros una carga más pesada todavía.
¿Qué tiene que ocurrir para que abran los ojos unos y otros?
Pensemos un poco en todas las criaturas que no tienen nada. Dediquémosle esta noche de fin de año, en medio del tumulto de alegría sólo un minuto de silencio.
Los gaditanos, castigados por el paro desde siempre, ahora están siendo castigados por el agua que cae sin parar.
Pienso que llueve sobre mojado, y que siempre son los más débiles los azotados por una desgracia u otra.
Ahora, repito, es el agua que sin piedad se ceba con este pueblo alegre y divertido que, es capaz de ponerle a casi todo, una sonrisa.
Supongo que en la vida el azar sólo se limita a un porcentaje. Y que lo que nos dicen que el hombre mueve los hilos a su antojo no es cierto.
Claro que podemos empujar nuestro destino en cierto modo, pero desde luego ser sus dueños es utópico.
Vemos como los poderosos escapan de la justicia y los sin nombre apechugan con los despojos.
La podredumbre de los políticos, los administradores de las grandes empresas, ya hasta en el arte andan enredados los malhechores. O es que aún se merecen otro nombre.
Hemos visto gente defender con calor a granujas y ladrones de las arcas públicas.
¿Donde ha quedado la razón?
Es triste que paguemos justos por pecadores para que encima la imbecilidad de algunos eche sobre nuestros hombros una carga más pesada todavía.
¿Qué tiene que ocurrir para que abran los ojos unos y otros?
Pensemos un poco en todas las criaturas que no tienen nada. Dediquémosle esta noche de fin de año, en medio del tumulto de alegría sólo un minuto de silencio.
jueves, 10 de diciembre de 2009
Tiempos oscuros
De repente, coges un libro al azar y te dices: no recuerdo nada de él.
"La sensación crea la conciencia; la conciencia crea el mundo. No hay más realidad que la imagen, ni más vida que la conciencia. No importa - con tal de que sea intensa- que la realidad interna no acople con la externa. El error y la verdad son indiferentes. La imagen lo es todo."
Andaba y ando estos días preguntándome por la perdurabilidad de la humana tragedia y diciéndome que debía cambiar mi actitud negativa. Porque era yo y no los otros la que miraba de modo obscuro y negativo. Que no debía airarme ni enojarme por la falta de comunicación, ni por el desprecio que una vendedora haga de una sonrisa. Que las fiestas navideñas no curan la antipatía de la gente. Qué desear Felices Fiestas es una frase tonta y así la asume la mayoría. En fin que nada cambia la substancia de la que se forma el ser humano.
Que estoy anticuada y obsoleta. Que sólo los niños deberían ser los dueños del mundo, y los locos, y los ilusos.
Y a pesar de todo, yo grito ¡ F E L I Z N A V I D A D !
A TODOS LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD
"La sensación crea la conciencia; la conciencia crea el mundo. No hay más realidad que la imagen, ni más vida que la conciencia. No importa - con tal de que sea intensa- que la realidad interna no acople con la externa. El error y la verdad son indiferentes. La imagen lo es todo."
Andaba y ando estos días preguntándome por la perdurabilidad de la humana tragedia y diciéndome que debía cambiar mi actitud negativa. Porque era yo y no los otros la que miraba de modo obscuro y negativo. Que no debía airarme ni enojarme por la falta de comunicación, ni por el desprecio que una vendedora haga de una sonrisa. Que las fiestas navideñas no curan la antipatía de la gente. Qué desear Felices Fiestas es una frase tonta y así la asume la mayoría. En fin que nada cambia la substancia de la que se forma el ser humano.
Que estoy anticuada y obsoleta. Que sólo los niños deberían ser los dueños del mundo, y los locos, y los ilusos.
Y a pesar de todo, yo grito ¡ F E L I Z N A V I D A D !
A TODOS LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD
viernes, 4 de diciembre de 2009
el doloroso adios
Cuando la navidad se llamaba unión, amor, cercanía.
Hoy, para quitarnos el mono de consumir y regalar por estar a la altura,
regalamos paquetes llenos de palabras cariñosas. (Ya se sabe, la crisis).
No sé que es más triste. Si el remedio o la enfermedad.
La decadencia de nuestra civilización está omnipresente. No la vemos.
No la vemos. Ni con las mejores gafas. Esas que puedes pagar a plazos en un año.
Qué cara se paga la pérdida de la infancia.
Hoy, para quitarnos el mono de consumir y regalar por estar a la altura,
regalamos paquetes llenos de palabras cariñosas. (Ya se sabe, la crisis).
No sé que es más triste. Si el remedio o la enfermedad.
La decadencia de nuestra civilización está omnipresente. No la vemos.
No la vemos. Ni con las mejores gafas. Esas que puedes pagar a plazos en un año.
Qué cara se paga la pérdida de la infancia.
miércoles, 25 de noviembre de 2009
mudanzas
El día no es bueno. De ser así, me hubiese dirigido al conductor del autobús y le hubiese dicho bajito,
El día no es bueno. Por eso me bajo del autobús maldiciendo por bajines.
El día no es bueno. De ser así, no me hubiese molestado la mala cara del personal del inem, hubiese sonreído bajo el lema de: al mal tiempo buena cara. Pero el día no es bueno.
El día no es bueno. De ser así, a la mala cara del camarero la hubiese tratado de ablandar con un gesto, pero el día no es bueno.
El día no es bueno, y la cara de desprecio que utilizó una señora para con sus familiares pobres, hubiese provocado un acercamiento, una sonrisa de compresión hacia ellos, pero no hago nada porque el día no es bueno.
Cuando llego a la conclusión que puedo cambiar el día, estoy en casa mohína y con ganas de llorar.
Podía haber sido un día bueno, pero no he sabido darle la vuelta.
El día no es bueno. Por eso me bajo del autobús maldiciendo por bajines.
El día no es bueno. De ser así, no me hubiese molestado la mala cara del personal del inem, hubiese sonreído bajo el lema de: al mal tiempo buena cara. Pero el día no es bueno.
El día no es bueno. De ser así, a la mala cara del camarero la hubiese tratado de ablandar con un gesto, pero el día no es bueno.
El día no es bueno, y la cara de desprecio que utilizó una señora para con sus familiares pobres, hubiese provocado un acercamiento, una sonrisa de compresión hacia ellos, pero no hago nada porque el día no es bueno.
Cuando llego a la conclusión que puedo cambiar el día, estoy en casa mohína y con ganas de llorar.
Podía haber sido un día bueno, pero no he sabido darle la vuelta.
viernes, 6 de noviembre de 2009
Todo seguimos viviendo. Sí, pese a las masacres de hombres y animales,
pese al planeta entero y su destrucción.
No somos buenos aprendices. Queremos ser maestros.
Las tradiciones se preservan sin importarnos si deben ser conservadas o no. Y cómo fastidian algunas de ellas.
Las tradiciones deben evaluarse y adaptarse al cambio de las nociones más nobles. Porque no por más viejas o antiguas son todas válidas.
No. La tradición, amén de vieja debe enseñarnos algo. Y ese algo puede ser algo maravillosamente nuevo.
Si hiciésemos la guerra por tradición, sería de necios. Y es justo lo que hacemos. Guerrear por ser muy necios.
Para mi gusto, hay tradiciones que merecen palos. No aportan otra cosa que oscuridad, ostracismo. Quién quiere una tradición así salvo el ser anclado en esa oscuridad que defiende.
Tradición o modernidad da igual, si se ancla y se convierte en uso, ya sea indebido o no.
Lamento tantas cosas en desuso y tantas de rabiosa actualidad...
¿Cuantas canciones quedan por cantar?
¿ Cuantas flores quedan por regalar?
¿Qué será más importante que éstas últimas cosas por hacer?
pese al planeta entero y su destrucción.
No somos buenos aprendices. Queremos ser maestros.
Las tradiciones se preservan sin importarnos si deben ser conservadas o no. Y cómo fastidian algunas de ellas.
Las tradiciones deben evaluarse y adaptarse al cambio de las nociones más nobles. Porque no por más viejas o antiguas son todas válidas.
No. La tradición, amén de vieja debe enseñarnos algo. Y ese algo puede ser algo maravillosamente nuevo.
Si hiciésemos la guerra por tradición, sería de necios. Y es justo lo que hacemos. Guerrear por ser muy necios.
Para mi gusto, hay tradiciones que merecen palos. No aportan otra cosa que oscuridad, ostracismo. Quién quiere una tradición así salvo el ser anclado en esa oscuridad que defiende.
Tradición o modernidad da igual, si se ancla y se convierte en uso, ya sea indebido o no.
Lamento tantas cosas en desuso y tantas de rabiosa actualidad...
¿Cuantas canciones quedan por cantar?
¿ Cuantas flores quedan por regalar?
¿Qué será más importante que éstas últimas cosas por hacer?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)